La iglesia de Santa Bárbara, ubicada en el pueblo de Ingurtosu, fue encargada y financiada en parte por Lord Brassey, dueño de las minas, con el objetivo de crear un entorno social y moral más habitable para los mineros.

Los trabajos de construcción se iniciaron en 1914 y, a pesar de su desaceleración debido al estallido de la Primera Guerra Mundial, la iglesia (consagrada a la patrona de los mineros) fue inaugurada el 21 de mayo de 1916.

El edificio está en una posición central dentro del pueblo y cuenta con tres naves cortas pero anchas, un ábside semicircular un poco elevado y un campanario esbelto (en la parte izquierda de la iglesia), donde también se coloca una pequeña sacristía.

La fachada exterior está hecha de piedra blanco de granito local, mientras que el interior - de paredes de yeso - está casi completamente decorado con un modelo geométrico simple.

El techo está dividido en nueve bahías, cada una decorada por temas figurativos, los pisos son de losas blancas de mármol de Carrara y negro Bardiglio dispuestos en diagonal.

En la parte externa es especialmente impresionante el Vía Crucis, construido en 1956 por voluntad de los habitantes de Ingurtosu, que parte desde la iglesia y conduce a lo largo de un camino rodeado de espeso matorral mediterráneo, hasta un afloramiento rocoso natural del que se erigieron la tres cruces del Calvario.